Una parte fundamental del trabajo con Tintes Naturales
En mi trabajo con tintes naturales, voy llevando un registro detallado del proceso de investigación y experimentación. Hacer un registro es una labor que hago con cariño y que requiere disciplina, orden y paciencia.
Los colores que obtengo con los tintes naturales que preparo en mi casa/taller, los voy registrando en varios muestrarios.
El registro más importante lo llevo en mi querido y muy preciado cuaderno de Tintes Naturales, donde escribo anotaciones y recetas y también guardo pequeñas muestras. Además le estoy agregando un índice de colores y tonalidades.
Voy probando cada tinte, en muestras de cordeles de algodón color crudo natural, en diversos grosores, que luego uso en mis obras que integran el trabajo textil.
También los pruebo en muestras de retazos de lino, en dos tipos, uno de trama cerrada en crudo natural, y el otro es un lino de trama más abierta en color blanco puro.
Una acotación al respecto, las fibras textiles al natural, sin tratamientos, son de color crudo, y para obtener el blanco la industria textil los somete a un proceso de blanqueo.
Además voy registrando pinceladas de cada tinte, en un cuaderno de papel acuarela y también sobre tela de algodón tratada con imprimante para pintura de cuadros.
Dependiendo del material que recibe un mismo tinte, se va a producir una variación en la tonalidad del color.
Muchos son los factores que influyen en el resultado de un color con tintes naturales, por lo cual es casi imposible repetir el mismo tono de un color ya preparado, aunque se aplique la misma receta y el mismo proceso. Se puede lograr un tono muy similar, pero no exacto al anterior.
Para mí, esa es la belleza de la paleta de tonalidades obtenida desde la naturaleza.
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